Suelo
decírtelo: “Si te vas, me quedaré sin nada. Me quedaré sin mí; y lo que es
peor, sin ti”.
Explosiones
en mi mente, alegrías en tu boca. Marzo, contigo.
¿Triste?
Aún nos queda para rato. Si me dejas robaré tus soledades y las lanzaré al mar
en botellas azules.
Si me
dejas robaré tu aroma y lo guardaré aquí, en mi caja de vicios.
Brindemos
por otro verano juntos, brindemos porque los océanos no nos separen.
Lluvia
en mis ojos, azúcar en tus pestañas. Enlaza mi destino al tuyo y no dejes que
se separen.
¿Tienes
frío? Yo compartiré mi calor, y mis labios. Y la ginebra.
Barcos
que zarpan sin mí, yo que me quedo en el muelle. Contigo.
Horizontes que se acercan, o se alejan, ¿qué
más da? Mientras caminemos juntos.
Alas de mariposa. Carcajadas. Chocolate
fundido, sobre tu pecho y dentro del mío.
Camisas que se atan al revés, pasiones que se
desatan con cafés. Mis miedos que se los lleva tu aliento, o tus abrazos, no lo
sé muy bien.
Velocidades de vértigo, lanzamientos sin
paracaídas. Estás tan dentro, tan dentro…
Déjame que te diga que mis secretos se los
llevaron tus pupilas.
Generaciones nuevas que nos sobrepasan. Y nosotros, que nos quedamos
atrás. Y nosotros, que nos retrasamos, ocupados en mirarnos, ocupados en
amarnos…
Enciende una vela por mí.
El fuego lo pongo yo.
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