Tú y yo lo fuimos desde el principio.
Una puta causa perdida, de esas en las que te dejas la piel solo por el
afán masoquista de perder hasta las ganas de seguir latiendo.
En mi caso, me dejé la piel, el orgullo, las sonrisas y un montón de
dinero en tabaco y Ballantines que bien podría haber invertido en
comprar un billete a la India y escapar de ti.
Excepto que no quería irme a ninguna parte.
Lo primero que pensé cuando te vi ahí plantada esperando al autobús en
pleno enero, fue que la vida tenía que ser muy perra para que tú
estuvieras ahí pasando frío con la de espacio que había en mi cama para
ti.
Y luego vino todo lo demás. Tu nombre y el mío grabados en los lavabos
del cine. Un par de tazas de café negro, como nuestro futuro. La marca
de tus dedos en mi mejilla una media de dos veces por semana, cada vez
que te decía lo plano que era tu pecho.
Porque nos gustaba demasiado hacernos daño, pero al mismo tiempo seríamos capaces de tirarlo todo solo por no hacernos sufrir.
Las causas perdidas es lo que tienen. Huelen a fracaso. Saben a derrota. Duelen con locura.
Te tengo un reto: inventa una historia con lo siguiente.
ResponderEliminarTipo de cuento: libre
Lugar: desolado y sin humanos
Epoca: futuro
Protagonista: un robot
El resto lo dejo a tu imaginacion :) Dentro de unos dias vuelvo.
Vaya, este comentario me ha dejado gratamente sorprendida :')
ResponderEliminarAcepto el reto, pero es posible que me vea obligada a hacerme de rogar porque por desgracia estoy de exámenes... Pero en unos días tendrás tu respuesta :)
No hay apuro, primero los examenes :P
ResponderEliminarDetalles extras:
ResponderEliminarRelatado en 3ra persona y con la menor cantidad de dialogos.
Asi es mas dificil ;)