domingo, 25 de diciembre de 2011

Fucking perfect


Regresaba Julia a casa cuando se encontró con Eloy. Él estaba sentado en un banco frente a su portal, esperándola. Cuando ella lo vio, sonrió y se acercó, contenta, regalándole un suave beso en los labios como saludo.
-¡Iba a llamarte en cuanto llegara a casa, pero veo que te me has adelantado! –exclamó, de buen humor, mientras se acomodaba a su lado.
Él, sin embargo, la miró con seriedad.
-Tenemos que hablar.
Ella lo miró un momento y su sonrisa se diluyó.
-Algo me dice que no quiero tener esta conversación. –comentó, medio en serio medio en broma.
-Julia, hablo en serio. Tenemos que hablar.
-¿Hablar de qué?
-De él.
Ella resopló teatralmente, y algunos mechones de su flequillo se levantaron con su suspiro, dándole un aspecto de lo más cómico que no alteró ni un ápice la expresión de Eloy.
-¿Otra vez? Déjalo ya, Eloy. Él y yo solo somos amigos.
-Tú no has visto como te mira.
-Sí, debe ser eso. –dijo, divertida. Él la fulminó con la mirada y ella decidió que lo mejor sería seguirle el juego. -¿Y cómo me mira?
-Pues como yo.
Ella le dirigió un gesto inquisitivo y él resopló.
-No me obligues a explicártelo. Entiendes perfectamente lo que quiero decir.
-No, la verdad es que no. –dijo ella, fingiendo inocencia. Sin embargo, no pudo reprimir la sonrisa que se le escapó, delatándola. –Venga, dímelo.
Eloy sonrió y la atrajo hacia su pecho, dispuesto a complacerla, y le susurró al oído:
-Te mira como si fueras lo único que importara en el mundo entero, como si no existiera nada más. Como si fueras lo más hermoso que hubiera tenido la suerte de contemplar en toda su vida. Te mira como si el tiempo se detuviera cuando te ríes, para que así el sonido de tu risa permanezca eternamente en el aire. Como si una sola sonrisa tuya pudiera iluminar todo una sala. Te mira como si fueras su único motivo para seguir luchando, a pesar de lo difíciles que son las cosas ahora. Como si fueras las únicas fuerzas que le quedan.
Ella se quedó en silencio unos minutos, acurrucada, escuchando los latidos de su corazón.
-¿Hablabas de él cuando decías todo eso? –murmuró.
-La verdad es que no; hablaba de mí. Pero ya te he dicho que él te mira igual que yo. Sé que siente lo mismo, y no puedo culparle por sentirse así. Eres un jodido milagro, Julia. –dijo, besándola en la cabeza.
-No lo soy. Sólo soy una chica normal. –le contradijo ella, emocionada.
-Que seas así, tal y como eres, es más que suficiente.

2 comentarios:

  1. Ay que hermoso :') re emocionante, que lindo que te digan lo que sienten con esas palabaras. ME ENCANTO LA ENTRADA!

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  2. Eva, es precioso :).
    Me encanta el juego que se trae Julia ;) y que sea modesta también la hace genial ^^

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